Sinopsis:
El reino de Cornucopia era el más feliz del mundo. Tenía oro en abundancia, un rey con unos bigotes magníficos y un montón de carniceros, reporteros y queseros cuyos exquisitos productos hacían que la gente llorara de placer cuando los comía.
Todo era perfecto, excepto los Pantanos, la región del norte donde, según la leyenda, vivía el terrorífico Ickabog. Cualquiera con un poco de cabeza sabía que ese monstruo era tan sólo una fábula que los padres utilizaban para que los niños se portaran bien, aunque lo extraño de las fábulas es que a veces cobran vida propia.
Reseña:
Bueno, vamos al lío. Lo primero que me llama la atención, y es un punto realmente a favor, es la elección de la edición, es decir, la portada, la tipografía, el formato más tirando a cuadrado, los colores y el detallismo en el interior, todo ello hace que ya antes de leerlo se vea especial.
Todo el diseño te acerca a el formato de los cuentos, pero al mismo tiempo toma cierta distancia para decirte que es algo serio, no es un simple cuento infantil. Nos encontramos ante un cuento largo de 300 páginas.
De la historia no hay mucha que decir, la sinopsis resume perfectamente lo que nos vamos a encontrar. Un reino de fantasía, gobernado por un rey con pocas luces pero sin maldad, que como mucho otros se deja llevar por lo que el dicen, este reino es muy próspero pero llega un punto en que una serie de sucesos empiezan una cadena que lleva al reino por otro camino.
La historia es muy sencilla y hace que sea muy fácil y rápido de leer, no hay que olvidar que es un cuento, perfecto para leerlo a los niños.
Los personajes se nota que están cuidados y elegidos, cada uno desempeña perfectamente su rol de forma directa, muy bien caracterizados. Sorprende como con tan poco puedes construir algo tan equilibrado, con pocos atributos, la autora consigue que nos creemos una imagen mental perfecta.
En cuanto a la impresión general, nada a destacar, no es un libro que te vaya a cambiar la vida, pero si que conseguirá sacarte una sonrisa mientras lo lees, ya que te sientes de nuevo como un niño, sin tramas complicadas, argumentos difíciles, es todo muy sencillo y fácil, pero es satisfactorio.
Recomiendo sobre todo leerlo para despejarse un poco. La vida que llevamos es dura y estamos siempre con la mente llena de líos, va muy bien para olvidarte de todo y volver a esa infancia en lo que lo único que nos preocupaba eran los cromos o las canicas.